Psicólogo y Doble Identidad en Navidad

Psicólogo y Doble Identidad en Navidad

Creador: Select paragraphs or text to compose your article.

Ética, Compromiso y el Espíritu Festivo.

La Navidad es una época que, si bien está marcada por la alegría y la celebración, también puede ser un período de intensa carga emocional y a menudo, de crisis para muchas personas. Surge entonces una pregunta crucial para el profesional de la salud mental: ¿Debe el psicólogo «desactivar» su rol profesional durante estas fechas y ser simplemente un ciudadano más, o su compromiso ético y social se extiende incluso a sus interacciones informales?

La respuesta, desde una perspectiva ética, integral y comprometida, apunta hacia un equilibrio matizado donde el psicólogo es ambas cosas.

El Rol Intransferible: Ser Psicólogo Siempre

El ejercicio de la psicología no es solo un trabajo de oficina; es una postura vital fundamentada en la ética, la comprensión profunda del comportamiento humano y un compromiso con el bienestar. Este marco no se puede desechar como un traje al final del día.

Integridad Ética: El psicólogo tiene un deber continuo de mantener la confidencialidad, la honestidad y la no maleficencia. Esto significa que incluso en una reunión familiar o social, debe evitar activamente involucrarse en chismes, diagnósticos ad hoc o el uso de su conocimiento para manipular o juzgar.
Observación y Empatía: La formación profesional afina la capacidad de escucha activa y la sensibilidad empática. Aunque no esté en sesión, el psicólogo es a menudo el primero en notar signos de angustia, soledad o conflicto en su entorno. Este insight le confiere una responsabilidad social de actuar con tacto y ofrecer apoyo no formal.
Compromiso Social: La ética profesional exige que el psicólogo promueva la salud mental en la comunidad. En Navidad, esto puede traducirse en ser un agente de calma, mediación y contención en situaciones de tensión familiar o emocional.

El Derecho a Festejar: Ser un Ciudadano Más

Es fundamental recordar que el psicólogo es, ante todo, un ser humano con derecho al descanso, la privacidad y la vida personal. La sobrecarga profesional y la imposibilidad de desconectar conducen al burnout.

Límites Claros: El psicólogo debe establecer límites firmes. No está obligado a dar terapia en la cena de Nochebuena. Si alguien le pide consejo profesional en un entorno social, su respuesta ética debe ser invitar a buscar una cita profesional formal.
Autocuidado: Para ser un buen profesional, debe cuidar su propia salud mental. Las celebraciones son un momento legítimo para recargar energías, disfrutar y fortalecer lazos afectivos fuera de su rol terapéutico.
Interacciones Auténticas: Ser «solo» un familiar, amigo o vecino en las fiestas permite interacciones más genuinas y recíprocas, lo cual es vital para su propio bienestar emocional y la calidad de sus relaciones personales.

El Equilibrio Óptimo y la Responsabilidad Comunitaria

El psicólogo en Navidad debe aspirar a un modo de ser «psicológicamente informado».

  1. Consciencia y Presencia: Estar presente en el momento, pero con la sensibilidad profesional activada. Esto significa ser un oyente paciente, validar sentimientos y evitar trivializar el dolor ajeno, que a menudo se intensifica en esta época.
  2. Psicoeducación Informal: Aprovechar oportunidades para normalizar las emociones negativas («Es normal sentirse triste en Navidad») y promover estrategias saludables de afrontamiento, pero siempre de forma sutil y no directiva.
  3. Compromiso Social Activo: El compromiso más ético es el que trasciende el círculo familiar. Los psicólogos pueden comprometerse con la comunidad a través de:
    Voluntariado: Ofrecer tiempo en líneas de ayuda telefónica o refugios, donde la necesidad de apoyo emocional es crítica.
    Concientización: Usar plataformas sociales para compartir mensajes sobre el manejo del duelo navideño, la soledad o el estrés familiar.

El psicólogo en Navidad no deja de ser quien es; simplemente adapta su conocimiento y ética a un contexto informal. Es un ciudadano que, por su formación, tiene una mayor capacidad de liderar con empatía, escuchar con comprensión y promover la salud mental sin necesidad de dar una consulta. Su mayor contribución social es ser un ejemplo de bienestar emocional y límites sanos, demostrando que es posible disfrutar de las fiestas mientras se mantiene un profundo respeto por el sufrimiento humano.

7 comentarios

  1. Jorge Perez

    Que instrumento usan para ver los pensamientos.

  2. Maria Sanchez

    Ellos saben, saben quien yo soy, yo e ido y es mas pa mi que eso se lo enseñe yo porque quien mas?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *