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Ese momento de corregir, contradecir, dar ejemplos y ser el ejemplo.
La Fibra Íntima en Público – La Naturaleza de Nuestro Diálogo Interno Frente a la Percepción Externa
Es una experiencia fundamentalmente humana la de ser descritos o confrontados con interpretaciones sobre nuestra psique. Ya sea a través de un test de personalidad, la observación de un ser querido, o una evaluación profesional, la forma en que reaccionamos a estas descripciones —aceptándolas, refutándolas, o ajustándolas internamente— revela un complejo proceso de auto-percepción y cognición. Lejos de ser un acto caprichoso, esta tendencia a disimular, corregir o contradecir lo que se dice de nosotros, o incluso lo que nosotros mismos concluimos, es un componente intrínseco de nuestra identidad psicológica y nuestra interacción social.
El razonamiento Interno – Una Constante Re-Evaluación
Cuando una descripción externa o una nueva idea sobre nuestra personalidad o comportamiento emerge, se activa un profundo razonamiento interno. Este proceso no es meramente una reacción defensiva, sino una función esencial de nuestra conciencia. Buscamos la coherencia entre la información entrante y nuestra narrativa personal preexistente.
Disimular y Corregir
La tendencia a disimular o corregir se manifiesta a menudo como un acto de autoconservación. Si una descripción nos parece imprecisa o desfavorable, podemos instintivamente minimizarla o reinterpretarla para alinearla con la imagen que tenemos de nosotros mismos o con la que deseamos proyectar. Esto no implica necesariamente engaño consciente, sino más bien un intento de mantener la homeostasis psicológica. La disonancia cognitiva juega un papel crucial aquí; nos esforzamos por reducir la tensión que surge cuando una nueva información contradice nuestras creencias o valores arraigados. Por ejemplo, si alguien nos describe como «impacientes» y nos consideramos personas «tolerantes», podemos recordar instantáneamente situaciones donde demostramos paciencia, o incluso ajustar nuestro comportamiento futuro para refutar esa etiqueta digamos .
Contradecir y Afirmar la Autonomía
Contradecir directamente una descripción es una afirmación más explícita de la autonomía individual y del centro de operaciones personal. Es la voz que dice «Yo sé quién soy y esto no me representa». Esta reacción puede surgir de una fuerte autoconciencia y de la convicción de que la descripción externa es una simplificación excesiva o una interpretación errónea. Psicológicamente, contradicir es una forma de defender nuestras fronteras personales y de preservar nuestra singularidad. En algunos casos, puede ser una respuesta a un sentimiento de ser «etiquetado» o «remarcado», lo cual puede percibirse como una amenaza a la libertad psicológica.
La Relación con la Teoría Psicológica y la Auto-Identificación
Este fenómeno tiene profundas raíces en varias teorías psicológicas:
Teoría del Self (Carl Rogers)
Rogers postula que tenemos un «self real» y un «self ideal». La incongruencia entre cómo nos vemos y cómo somos percibidos puede generar ansiedad y motivarnos a reducir esa brecha, ya sea cambiando nuestra percepción o nuestro comportamiento. Nuestra reacción a una descripción externa puede ser un esfuerzo por mantener la congruencia entre estas facetas de nuestro ser. A diario de nuestra parte, tal vez es – Tipo que no lo sepan o no fallar, no igual a dejarse llevar. Desde la fuente, manejarnos digamos, para conocernos mejor.
Psicología Social y Sesgos Cognitivos
Los sesgos como el sesgo de confirmación (la tendencia a buscar, interpretar y recordar información que confirma nuestras creencias preexistentes) y el sesgo de auto-servicio (la tendencia a atribuir los éxitos a nuestros propios esfuerzos y los fracasos a factores externos) influyen directamente en cómo procesamos las descripciones de los demás. Naturalmente, tendemos a aceptar aquello que refuerza nuestra autoimagen positiva y a rechazar lo que la desafía.
Teoría de la Identidad Social (Henri Tajfel y John Turner)
Aunque se enfoca más en grupos, sus principios pueden aplicarse a la identidad individual. Nos identificamos con ciertos rasgos y características, y cualquier descripción que desvíe drásticamente de esa identidad puede ser percibida como una amenaza a nuestro sentido de pertenencia y de auto-definición.
En última instancia, la forma en que disimulamos, corregimos o contradecimos las descripciones psicológicas sobre nosotros mismos es un reflejo de nuestra compleja vida interior. Es un testimonio de nuestra constante búsqueda de sentido, de nuestra necesidad de mantener una narrativa coherente sobre quiénes somos y de nuestra inherente capacidad para la autorreflexión y la autodefinición. Este proceso, lejos de ser una debilidad, es una manifestación de la resiliencia psicológica y de la dinámica naturaleza de la identidad humana.